Ugaitz acabó sexto de primaria en un colegio de Villasana de Mena, Burgos, con media de notable alto el curso pasado. Ahora ha comenzado primero de la ESO y sus notas siguen siendo excelentes. No siempre fue así. Hace dos años, cuando estaba matriculado en una escuela pública en Balmaseda, Vizcaya, estudiaba en euskera y todos sus boletines llegaban a casa llenos de suspensos, excepto en lengua española. Según sus profesores estaba condenado al fracaso escolar. Su madre, Mónica, no lo creyó en ningún momento. Ugaitz tiene TEA
|
etiquetas: educación , trastorno de espectro autista , autonomías