Los ‘historiadores fake' de Cataluña, agrupados en torno al Institut Nova Història (INH), que defiende que Colón era catalán, les salen por un pico a las instituciones públicas. Solo dos empresas propiedad de Albert Codinas recibieron más de tres millones de euros de la Generalitat de Cataluña desde 2012: Jan BCS SL y Tasca Serveis d’Animació SL. Esta última tiene el mismo domicilio que el INH. Además, los medios públicos catalanes pagaron casi 200.000 euros por los derechos de emisión de documentales con las extravagantes teorías conspiratoria
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