La escritora y periodista estadounidense Sadie Dingfelder estaba en un supermercado cuando vio a su marido con un tarro de mantequilla de maní que siempre había odiado. Se acercó a él, le arrebató el tarro de la mano y estuvo a punto de hacerle una broma. Pero no era su marido. Ella tardó un poco en darse cuenta de lo que ocurria: su marido estaba un poco más lejos, observando la escena confundido. El episodio le llevo a investigar a fondo lo que le pasaba: descubrió que sufría prosopagnosia o ceguera facial, que le impidereconocer rostros.
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