El youtuber Tom Scott admite que éste es uno de los vídeos más absurdos que ha hecho. La idea surgió de una conversación de barra de bar y acabó convirtiéndose en el proyecto de enviar pan de ajo a 35.000 metros de altitud; a la estratosfera, a más o menos un tercio del límite teórico entre la Tierra y el espacio. El bocadillo volvió sano y salvo a la Tierra y Tom se lo comió, o al menos lo probó: “sabe a... frío.”
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