Una broma le acabó llevando durante 4 años a la alcaldía de Reikiavik, capital de Islandia. (...) Con la campaña llegan las promesas electorales. Como en todo partido. Bueno, quizá no como en todo partido. Si la izquierda prometía acceso gratuito a las piscinas para los jóvenes, el Partido Mejor prometía toallas gratis. Un Disneyland en el aeropuerto. Un oso polar para el zoo. Billetes de avión gratis para mujeres. Coches para la población rural… Un parlamento libre de drogas para 2020.
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