Apenas me había dormido cuando desperté y encontré a un soldado israelí armado revoloteando sobre mi cama. Me ordenó que me levantara rápido y me pusiera una chaqueta. Medio dormida aún, me esposaron, me arrojaron adentro de un jeep militar y me llevaron para interrogarme. La noche anterior ya se habían llevado a mi prima de 16 años, Ahed, y ahora era mi turno.
|
etiquetas: ahed tamimi , israel