Durante 40 años Juan Carlos I nos ha hecho creer que era “campechano”, cuando en realidad era más bien un “Bribón”, como insinuaba el nombre del velero en el que competía cada año en las prístinas aguas de Mallorca. Su otro barco, el Fortuna, también nos tenía que haber dado una pista: el Emérito ha amasado una fortuna de 2.000 millones de dólares a costa de llevarse una comisión de 1 o 2 dólares por cada barril que España ha comprado a Arabia Saudí, la monarquía hermana. Nada más que añadir, señor juez. A continuación, siete ejemplos de monar
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