La siesta, ese “yoga ibérico” como tan acertadamente la describió Camilo José Cela, es un arte, y no de los menores, que forman parte del oficio de vivir; de esa capacidad, de esa actitud y aptitud para disfrutar de la vida que cada vez se está perdiendo más, hasta que se desaparezca definitivamente diluida en el agobio, en la desazón y la pesadumbre a la que insensatamente nos hemos abandonado. La siesta es un camino de perfección, una vía de conocimiento interior que puede, y debe, practicarse todo el año.
|
etiquetas: siesta , agosto