Tempelhof, el aeropuerto más viejo de Europa, echa el cierre. Orgullo de Hitler y punto de fuga de la resistencia aliada durante el bloqueo llevado a cabo por los soviéticos sobre Berlín entre junio de 1948 y mayo de 1949, el último avión despegó de sus pistas anoche entre aplausos, abucheos y acordes de swing. Después de 31.068 días de vida, las hélices de un Douglas DC-3, un candybomber (bombardero de golosinas), dejaban atrás, luces apagadas, el recuerdo de más de 80 años de historia.