Los venenos más usados son rodenticidas anticoagulantes. Interfieren en la coagulación de la sangre de animales que los consumen, que mueren desangrados. Estos bloques de cebo de tentador sabor se colocan en el exterior de edificios, en pequeñas cajas negras donde sólo pueden entrar ratas y ratones. Pero el veneno permanece en su cuerpo, amenazando a animales más grandes que los comen. Un estudio los encontró en un tercio de carnívoros mamíferos salvajes analizados. Su uso no está regulado.
- Paper (abierto):
doi.org/10.1111/acv.12947