Los niños aprovecharon al máximo la nevada caída en Pedrafita do Cebreiro para jugar. No en vano, un total de 197 alumnos no pudieron acudir a clase porque el transporte escolar no ha podido cubrir sus rutas. A pesar de las bajas temperaturas, muchos vecinos no dudaron en dar un paseo con sus mascotas. Por su parte, los peregrinos que llegaban a la localidad luguesa no podían ocultar su sorpresa ante el panorama. El lugar presentaba este espectacular aspecto después de las nevadas caídas en las últimas horas. Toda una belleza de paisaje.