Los oxolatos son unas toxinas químicas que muchas plantas producen para defenderse y que en grandes cantidades pueden resultar muy perjudiciales para la salud. Aquellas que lo contienen son casi en su totalidad alimentos muy saludables. Por ejemplo, un batido de espinacas con leche de almendras que tanto está de moda y que nos parece nutricionalmente sano, suele contener unos 800- 1000 mg de oxolatos cuando la cantidad máxima diaria recomendada no ronda más de los 250 mg.