Durante el mandato de Nikita Kruschev, una protesta en la ciudad soviética de Novocherkassk acabó en masacre. Los manifestantes, que portaban banderas rojas y retratos de Lenin, se alzaron contra las medidas económicas del Partido Comunista. El Gobierno ordenó disparar contra la multitud y ocultó los hechos hasta el derrumbe de la URSS. Novocherkassk llevaba dos días de huelga cuando el 2 de junio de 1962 las autoridades soviéticas dieron la orden de disparar contra los manifestantes. En esta ciudad de 150.000 habitantes del sur de Rusia, 5.000