La historia de Jo y de sus hermanas acaba siendo en manos de Gerwig una muestra de cómo las mujeres han tenido que luchar por su autonomía y cómo está, tal y como nos dejara claro Virginia Woolf, está íntimamente relacionada con la independencia económica. Lo cual supone, como explica la película, rebelarse contra el destino de ser esposas y, por lo tanto, contra el matrimonio concebido como una transacción económica. Fuera de él, durante siglos a la mujer sólo le quedaba, para sobrevivir económicamente, ser puta (o actriz, que era lo mismo).