Pero los investigadores dicen que las partículas liberadas por los incendios tienen un efecto devastador en las poblaciones locales que supera con creces el número de muertes directamente atribuibles a ellas.
Un estudio dirigido por Rachel Connolly de la Universidad de California en Los Ángeles encontró que estos pequeños contaminantes transportados por el aire, conocidos como PM2,5 porque miden 2,5 micrómetros o menos, están matando a un gran número de personas.
dx.doi.org/10.1126/sciadv.adl1252