Las instituciones, el Estado, lo público, han claudicado nuevamente ante la bancocracia. Ayer, 28 de Noviembre, parecía que era un mes más tarde y que nos tomaban a todos por inocentes al anunciar por fin la colosal cantidad de dinero que van a inyectarle a los bancos españoles. Lo que parece una broma pesada es la cruda e indignante realidad y, lo que es aún peor, fuimos testigos de cómo los medios de comunicación se limitaban a reproducir los discursos “oficiales”, prácticamente sin cuestionarse nada.