doscientas cincuenta mil personas trabajaron en las condiciones más miserables de esclavitud y hambre. Más de cien mil lo pagaron con la vida. La malaria, el cólera, el beriberi, la nula alimentación, las torturas, las lluvias sin fin y las condiciones de la selva eran el pan nuestro de cada día. Esta es la historia de un proyecto infame, el ferrocarril de la muerte, convertida en leyenda por una película: El puente sobre el río Kwai.