Una niña de dos años salvó la vida de su madre al llamar a una ambulancia para que la asistiera, en Bournemouth, Gran Bretaña. Isabelle Keeling marcó el número de emergencia 999 después de que su madre, Joanne, de 34 años, tuviera una grave reacción alérgica al látex. Su mamá se desmayó antes de alcanzar el teléfono, y fue la niña la que marcó el número del servicio de emergencias, supo dar su nombre y dirección. El día anterior había visto un programa infantil que enseñaba cómo pedir auxilio en casos de emergencia.