Durante la cata, destaca su reacción al ver las peladillas, que para el autor del vídeo parecen piedras (de hecho bromea sobre si los españoles pueden sobrevivir comiendo 'piedras'). Emocionado dice sentirse al ver el tamaño de las almedras garrapiñadas (que confunde con nueces) y afirma que "podría estar comiéndolas todo el día". No le ocurre lo mismo con los suspiros, que los encuentra muy dulces e incluso sospecha, entre risas, que no están en buen estado. También tiene problemas con el adoquín, postre típico de Aragón, que lleva pegada...