Una estrella a 5.000 años luz, Kepler 11145123, ha resultado ser el objeto más perfectamente esférico observado nunca en la Naturaleza, tras el estudio preciso de su oscilación. Las estrellas no son esferas perfectas. Mientras giran, se achatan debido a la fuerza centrífuga. Un equipo de investigadores dirigido por Laurent Gizon, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar y de la Universidad de Göttingen, ha logrado medir la oblación mediante la asteroseismología - el estudio de las oscilaciones de las estrellas.