Nadie duda que la verdad es relativa: depende de los ojos con los que se mire y las circunstancias que la formen. Pongamos el ejemplo de un vaso con agua: para algunos, estará medio lleno; para otros, medio vacío; e incluso algunos lo verán completamente llenos y otros, completamente vacío. La cuestión es, ¿alguien miente? No, todo dependerá de las intenciones de cada uno y de sus intereses. Pues algo similar es lo que sucede con la información que nos transmiten los medios de comunicación.