Sin embargo, la potencia demográfica de la España castellanófona, su gran extensión y su posición central en la península fueron factores que forzosamente habrían de acabar provocando la hegemonía de una lengua destinada a ser vehículo de comunicación general para todos los habitantes de España.

Aproximadamente un tercio de los latinos hablan tanto inglés como español. Pero a medida que nacen más hispanos en Estados Unidos, es menos probable que sean bilingües.

La periodista salvadoreña Esmeralda Bermudez, madre de familia en Estados Unidos, le hablaba a su hija en español para inculcarle parte de su cultura. Pero eso le costó una experiencia desagradable después de que una mujer la confrontó, justamente por hablarle en su idioma natal a su hija en la vía pública.

España no tiene una tradición de estadistas políglotas, eso es innegable. Pero, a veces, surge la pregunta opuesta: si Rajoy no habla inglés,¿por que Obama y Merkel no hablan español? La respuesta se encuentra en el peso economico de los diferentes idiomas. Y aunque estamos en el podio de las lenguas más habladas, no lo estamos en el económico.