No son putas, son princesas. Cuando se le pregunta al personal qué haría si le tocara la Lotería, la respuesta habitual (en público, al menos) es “hacer un viaje y tapar algunos agujeros”. Cuando el premio Gordo no te toca sino que te viene regalado -en forma de oro negro bajo el subsuelo del terreno de tu abuelos, pastores de dromedarios- haces ambas cosas (viajar y tapar agujeros) pero a lo grande. Por poner un ejemplo, te plantas cada año en Ibiza con el yate más grande del mundo y un segundo barco, un poco más modesto...