El Banco de España está profundamente insatisfecho con el ritmo de la reestructuración financiera y no se resigna a que sigan pasando los meses sin obtener un avance en el proceso. En ese sentido, el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, no se cansa de transmitir esta idea en sus contactos con políticos y entidades financieras, según aseguran fuentes de los dos sectores, que no descartan que el supervisor llegue a intervenir una entidad como un radical aviso a navegantes y así impulsar el resto de procesos puestos en marcha.