Este pasado fin de semana han entrado en vigor los tests de saliva con los que Tráfico pretende detectar a los conductores que hayan consumido alguna droga al ponerse al volante. El test no tiene suficiente fiabilidad, y sus resultados son solo ‘orientativos’. Así, si un conductor da positivo en consumo, habrá de someterse a un análisis de sangre ‘in situ’, para determinar con certeza si el consumo se ha producido en las últimas horas. Este análisis será realizado en el momento, por un médico y un ATS presentes en el control.