Después de la final de la Supercopa de España femenina de 2023, el Barcelona tuvo que recoger sus medallas de campeón por su cuenta. La imagen dio la vuelta al país y causó estupor en la Real Federación Española de Fútbol, que reconoció, en septiembre del mismo año, que debía acometer cambios estructurales en este y otros sentidos. 17 meses más tarde, tras la final de la Copa de la Reina de esta temporada, el desaguisado se ha repetido.