[c&p] Aunque cada vez más fotógrafos asumen la necesidad y los beneficios de calibrar el monitor para ver correctamente los colores en él, la calibración de la pantalla del teléfono aún está muy lejos de tener una utilidad práctica. Pero, tratándose del teléfono más espectacular de todos los tiempos, el famosísimo iPhone, la cuestión se convierte en un simple pero excitante reto. Y es que, si calibrar un monitor no es ni mucho menos imposible pero ya tiene su "miga", calibrar la pantalla de un teléfono es para que a uno le tilden de "friki"