A los españoles nos gusta comer pescado, mucho pescado: comemos, de media, 27 kilos al año. Es una cifra que nos sitúa entre los países del mundo que consumen con mayor avidez el alimento que nos proveen los océanos. Unos océanos que, aunque parecían inagotables, están cada vez más vacíos: según datos de la Comisión Europea, un 39 % de las pesquerías evaluadas en el Atlántico y un 88 % de las mediterráneas se encuentran sobreexplotadas. Y la demanda de pescado de la humanidad no para de crecer, impulsada en gran medida por los países emergentes