El partido GERB de Bulgaria, del ex primer ministro Boyko Borissov, parecía listo para una estrecha victoria en las elecciones del domingo, la cuarta en menos de dos años, ya que los votantes buscaban la previsibilidad de un ex líder en medio de la fuerte inflación y la guerra en Ucrania. Durante la campaña, Borissov pareció ir con cuidado, diciendo que seguiría la línea de la UE y la OTAN sobre la política de Rusia, pero también ha enviado una señal al electorado prorruso de que podría restablecer las relaciones una vez que termine la guerra
