Aunque últimamente su hermano Perseverance le ha quitado protagonismo, el rover Curiosity (MSL) de la NASA sigue activo en el cráter Gale. Desde que aterrizó en agosto de 2012, Curiosity ha demostrado que hubo periodos en los que el cráter Gale albergó lagos de agua líquida con las condiciones adecuadas para la vida tal y como la conocemos. Desde 2014 Curiosity se ha movido lentamente ascendiendo por las faldas del monte Aeolis, ha recorrido un total de 30,06 kilómetros y ha excavado un total de 41 agujeros en el suelo.