En principio, el aborto es ilegal en Alemania, pero no se castiga la interrupción del embarazo durante los tres primeros meses de gestación. Durante este periodo, si no quieren seguir con el embarazo, las mujeres están obligadas a pasar por un centro oficial y certificado, donde reciben asesoramiento gratuito sobre las consecuencias del aborto y sobre las posibles alternativas a la intervención. Las conversaciones son absolutamente confidenciales o, si la mujer lo desea, anónimas. No se informará a nadie más del embarazo.