Por supuesto, fue un despropósito. A día de hoy, un mes después, a nadie le queda la menor duda que el supuesto debate en TVE sobre el acoso sexual fue, además de un un fracaso televisivo, un despropósito absoluto. Lo interesante ha sido que la cosa todavía colee. Y que TVE haya tenido que pronunciarse al respecto, sobre todo en relación a las declaraciones de Salvador Sostres en las que el tertuliano y columnista del ABC llegó a decir en directo que el acoso sexual es algo “objetivable” y que la Ley de Violencia de Género es “fascista”.

Dos atriles con tres tertulianos -los hombres, el citado Sostres, Pepe Navarro y Santiago Segura- a un lado y tres tertulianas -las mujeres, Isabel Gemio, Marta Robles y Cayetana Guillén Cuervo- a otro, como si estuviésemos en una rancia guerra de sexos al estilo de los noventeros Moros y Cristianos o Furor y que transmitía una idea de confrontación que no tenía mucho sentido. ¿Qué se supone, que por un lado estaban los que se posicionaban en contra del acoso y del otro los que estaban a favor?

En Nepal un seísmo de casi ocho grados en la escala Richter ha devastado medio país y los periódicos occidentales, para evitar confusiones, dividen ordenadamente a los más de dos mil muertos en tres categorías principales: nepalíes en general, compatriotas de vacaciones y montañeros al pie del Everest. Estas dos últimas categorías son, obviamente, las más frecuentadas por el lector occidental ante la imposibilidad metafísica de acceder a la primera.

...Lo fundamental en un país son sus ricos, la turba es intercambiable...

Nueva polémica de Salvador Sostres ante las cámaras de televisión. En esta ocasión, el columnista de El Mundo aseguró en El Gato al Agua que "las mujeres no tendrían que poder entrar en restaurantes de más de cien euros". Sostres se muestra estupefacto ante el “afán de compartir los primeros, los segundos, el postre..." que tienen las mujeres y que, según él, no hace “rentable” un restaurante de tal categoría. No solo eso, sino que además las mujeres con las que Sostres ha tenido el placer de compartir una comida “no disfrutan ni dejan...

Las mujeres no tendrían que poder entrar en los restaurantes de más de 100 euros. Ni ellas son felices ni nos lo dejan ser a nosotros. En este tipo de restaurantes es poco frecuente ver a dos mujeres solas, o a un grupo de ellas. Gastarse más de 100 euros para almorzar o cenar es un concepto de la masculinidad.

"Cuando las cosas se ponen feas, el peón y la chacha, el obrero, el dependiente y la ama de casa votan a la derecha como quien ve el saldo de su cuenta y deja de despilfarrar". Así opina el periodista Salvador Sostres en las páginas de El Mundo sobre el vuelco electoral en las pasadas elecciones. "La gente vota a la derecha porque la izquierda fomenta la pobreza con su paternalismo prometedor, que lleva a la holgazanería y al inmovilismo, y vive de la propaganda de que ayuda a los más desfavorecidos cuando en el fondo los condena a serlo".