Aunque el «autoabandono» como tal nos parezca un concepto algo extraño, aparece con demasiada frecuencia. Bien es cierto que siempre estamos con nosotros mismos, que nadie puede escapar de su propia piel. Sin embargo, es común dejarnos de lado hasta el punto de poner en manos ajenas dimensiones que deberíamos nutrir por nosotros mismos.