15 presos de Valdemoro se diploman como cocineros para regresar a la sociedad. "Bajaba a la playa a deshoras", resumía ayer José Bernardo Fernández sobre el motivo de su entrada a prisión, un delito contra la salud pública. Descargar fardos en la costa le costó tres años y medio en el talego. Entró cuando la bonanza económica vivía sus últimos estertores. Cumplida la condena, sale a reintegrarse en la sociedad cuando el empleo es una aguja en un pajar. Para un hombre de 50 años y ex recluso, encontrar un trabajo puede ser casi imposible.