Compruebo que los medios sensacionalistas estallan de gozo. Hablan de la muerte de la hija de la sospechosa en Burgos y dan por cosa demostrada que también se la cargó. Varios panfletos ultraderechistas celebran, literalmente, que la acusada sea negra y de izquierdas. Los morbosos matinales de televisión se recrean con glotonería, beben una y otra vez las lágrimas de la madre, reproducen en bucle las imágenes donde la acusada besaba al padre para consolarlo. Los reporteros husmean en las proximidades de la casa familiar, se asoman al pozo.