Qué curioso es esto del hype, sobretodo en el cine. Creo que voy a escribir un post sobre eso que ahora llamamos hype y que no es más que las elevadísimas expectativas que experimentamos antes de consumir un producto o, en el cine, ver una película. Y es que después de ver Moonlight, la segunda película de Barry Jenkins, reseñada ya como obra maestra, exquisita, e incluso la mejor película del año, me he quedado algo templada, por no decir fría...