Este sistema de medición es injusto con los deportes de equipo, en los que España, con el baloncesto, el hockey y el balonmano, sí que ha estado bien representada, y con otros como el tenis, que reparten escasas medallas y limitan su universalidad. Y justamente los éxitos de Rafa Nadal y de la selección de baloncesto son quizás los que mejor representan el estado de salud del deporte español. Y no el medallero.