Las dos sillas diseñadas por Laurel como parte de su proyecto final de carrera, 'Una solución para el 'manspreading', están orientadas a hombres y mujeres. Para ellas, el asiento incluye una pequeña pieza de madera en el centro, de modo que las usuarios se sienten con las piernas ligeramente abiertas (un ejemplo flagrante de 'womanspreading'), en tanto la versión masculina incorpora sendos carriles para las piernas, de forma que las rodillas tiendan a tocarse y los testículos queden bien oprimidos, igual que sus propietarios.

La candidata del PP por Madrid Díaz Ayuso no puede hablar de política, así que habla de "piernas abiertas", de que nuestra especie no es la Homo Sapiens y de no sé qué personas que descienden de Satán...

La activista rusa Anna Dovgaliuk ha llevado a cabo una controvertida acción en el metro de San Petersburgo que se ha convertido en uno de los vídeos más vistos de las últimas horas. En él se ve cómo echa lejía en la entrepierna a los hombres que están despatarrados en los asientos. "Es muy importante para mi captar la atención de la gente con este tema, para crear un punto de discusión y que se tomen medidas legales contra el 'manspreading'", ha dicho.

El manspreading es un término que se usa desde hace algo más de tres años para referirse a la forma de sentarse de algunos hombres, que se espatarran en los medios de transporte público y llegan a ocupar mucho más espacio del que les correspondería. Se trata de una práctica muy criticada desde el feminismo y combatida incluso por administraciones públicas. Pero quizás ninguna de las campañas realizadas hasta ahora sea tan dura como la que ha llevado a cabo la activista Anna Dovgaliuk en San Petersburgo (Rusia).

Netflix apostado por combinar su acción promocional con una campaña de concienciación sobre un problema "social" en el transporte público como es el manspreading, una práctica que realizan algunos hombres al sentarse "despatarrados" invadiendo el espacio de los asientos que tienen a uno y otro lado.

Los Ángeles aprobó un nuevo código de conducta para el metro que entre otras cosas multará a los usuarios que se despatarren. Tras las quejas de las feministas que ven en el origen de esta conducta la masculinidad tóxica otras ciudades como Nueva York, Boston o Chicago se limitaron organizar campañas para evitarla. Los Ángeles se convierte en la primera ciudad en multar a los hombres por esta práctica,en un principio la multa será de 75$, cantidad que aumentará si se reincide pudiendo llegar a perder su tarjeta de transporte durante tres meses

Las pasajeras que viajen solas tendrán preferencia al elegir asiento y si no lo hacen sólo viajarán en pasillo o ventanilla, nunca entre otros dos viajeros. Además, si lo solicitan, se les ayudará con su equipaje y podrán ser escoltadas hasta la parada de taxis del aeropuerto.

El pleno aprueba con los votos de Podemos y el PSOE y la abstención de Ciudadanos una proposición que pide al Gobierno incluir señalización contra "el abuso del espacio de personas que viajan con las piernas abiertas". Desde Podemos entendemos que es una actitud mayoritariamente de hombres, pero incorporarlo así al texto era una condición de Ciudadanos", explican desde la formación.

Un biólogo sevillano desmonta los argumentos en favor del manspreading .

Los jefes de transporte de la capital española, Madrid, han lanzado una campaña desalentadora de "manspreading" - hombres que invaden otros asientos sentados con las piernas separadas. El operador de autobús EMT está poniendo nuevas señales mostrando una figura masculina sentada,con las piernas abiertas, junto a una gran cruz roja. Se planea una campaña similar para el sistema Metro de la ciudad. El movimiento sigue una petición en línea de un grupo de la campaña de las mujeres, que ganó más de 12.000 firmas. traducción: goo.gl/AzGWt2

Un hilo de twitter responde y aclara todas las dudas sobre el manspreading.

Manspreading ¿Qué es el "manspreading"? Podríamos decir que sería algo así como "hombre despatarrado". Tendríamos también la opción de decir "spreading", pero eso nos quitaría el género y la oportunidad de cosificarlo. El feminismo llorón (Camille Paglia) vuelve a encontrar otra cuestión de género para invocar la lucha contra el género masculino.

El Ayuntamiento ha respondido a la campaña #MadridSinManspreading, que pedía carteles contra el llamado "despatarre masculino" en el transporte público una nueva señalización en los paneles informativos la red municipal de autobuses. Aquí, algo de inspiración de diferentes ciudades del mundo.

Un biólogo desmonta por completo en redes sociales la teoría de que los hombres ocupan más espacio sentados para poder airear sus genitales y así conservar el poder reproductivo. Una de las excusas que esgrimen ciertos hombres para relativiza el movimiento anti #manspreading.

El Gobierno de Manuela Carmena se ha tomado muy en serio el manspreading, pero han pillado a la edil de Ahora Madrid practicándolo en el Metro de Madrid.

"Otra pregunta: en el caso de que el despatarre fuera masivo y yo simplemente haya visto vagones extraños, ¿afecta solamente a las mujeres? Si un hombre separa las rodillas, quita el sitio a hombres y mujeres, a no ser que los asientos estén asignados según los roles de género y yo lleve toda la vida sin haberme dado cuenta. (...) A lo mejor, en lugar del paternalismo del ayuntamiento, las denuncias tuiteras y los temas de conversación intrascendentes, lo que necesitamos son vagones de metro sin sillas"

La Empresa Municipal de Transportes (EMT) va a incorporar a la señalización informativa al usuario que se encuentra en el interior de su flota de autobuses un pictograma específico para evitar el manspreading

Articulo sobre como la CUP hace campaña contra que los hombres ocupen demasiado espacio en el metro al tiempo que defiende y fomenta que acudan a la prostitución. "la CUP quiere asegurarse de que van ustedes a ser muy respetuosos y cuidarse mucho de cómo se sientan en el metro para no molestar a ninguna mujer, mientras van camino de que otra les practique una felación por 20€."

Así fue como descubrí que el manspreading es lo que de toda la vida se ha llamado desparramiento, con el matiz de que el extranjerismo alude exclusivamente a la variante que se practica en asientos públicos, dando como resultado sendas opresiones a las mujeres ubicadas a derecha e izquierda del sujeto opresor. Espera un poco, pensé nada más leerlo. ¿Mujeres? ¿Por qué mujeres? Muchos hombres, como yo mismo, llevamos toda nuestra vida sufriendo esta clase de despotismo subyugante sin saber siquiera que tal cosa tenía un nombre.