Completada la retirada de la óblast de Kiev entre acusaciones de delitos de lesa humanidad, Rusia se enfrenta ahora a la necesidad de lograr avances firmes en el este. Lo ocurrido en Bucha, que requerirá de profundas investigaciones, posiblemente marque un antes y un después en todo lo relativo a las sanciones, la ayuda militar y la actitud hacia Rusia de los Estados miembros de la Unión Europea. Todo en un momento en el que Ucrania no parece estar pensando tanto en aguantar la futura embestida y llegar a una negociación (...)