Pola Kinski afirma en un libro de memorias que lamenta que su padre sea considerado una leyenda del cine, cuando para ella representa la infancia destruida. "Se sentía por encima de todo y tomaba, simplemente lo que se antojaba". Según Pola Kinski, su padre "abusó de cualquier persona, nunca respetó a nadie". "Cuando le veo en sus películas siento que era exactamente igual en el cine que en casa", añade, en relación a los papeles de hombre colérico y enloquecido que le dieron fama, desde Fitzcarraldo a Aguirre, la cólera de Dios.