Partiendo de una idea tan sencilla como sorprendente, la artista japonesa Yayoi Kusama desarrolló la instalación Obliteration Room para la Queensland Gallery of Modern Art. En esencia se trataba de reproducir un entorno doméstico, con mesas, sillas, elementos decorativos e incluso un piano, pintados de un inmaculado -y provocador- blanco, para que toda la instalación funcionara como un enorme lienzo tridimensional. El siguiente paso fue dotar a los visitantes más pequeños de su exposición Look Now, See Forever...