Cuántas veces te has mirado al espejo y te has tomado un segundo para recordar tu rostro? Aquel que alguna vez sonreía ante las adversidades, no temía al mañana y aún cuando todo salía mal, siempre había oportunidad de ser feliz, tomar un vaso de chocolate y ver tu caricatura favorita o simplemente transportarte a ese mundo, donde sólo tú y tus juguetes tenían acceso. ¿Recuerdas en qué momento dejaste de ser niño?