Las últimas declaraciones del número dos del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, sobre una hipotética subida de impuestos a las rentas más altas han encendido de nuevo la polémica. En sólo unos meses, el Gobierno ha pasado de asegurar que la política fiscal no pasa por aumentar los tributos, a incrementar los del tabaco y carburantes y a ha asegurar, primero, y rectificar, después, que las rentas más altas son las que más tienen que aportar a las arcas públicas.