A partir de los fragmentos craneales, exactamente de un maxilar y de un frontal, se ha procedido por primera vez a una reconstrucción completa y en 3D, con músculos y piel incluidos. Catorce años después del descubrimiento (1994), los fósiles craneales y postcraneales obtenidos en las excavaciones han permitido conocer las características anatómicas de este homínido, que tenía una altura de entre 1,60 – 1,70 m, un cerebro de 1.000 cm cúbicos y que practicaba el canibalismo cultural.