En 1810, el reverendo Alexander Dobbin, en su casa de Pensilvania, construyó un pequeño espacio (imagen superior), tras unos estantes que se deslizaban, para ocultar a esclavos fugitivos. Durante el siglo XIX, en Estados Unidos, miles de esclavos consiguieron alcanzar la libertad, en el norte del país o en Canadá, utilizando una compleja red de rutas y habitaciones ocultas que se conocen con el nombre de Underground Railroad. Aunque los fugitivos, en algunas ocasiones, utilizaron como medio de transporte el tren, generalmente se trasladaban a