Los dinosaurios espinosáuridos podían desarrollar hasta tres generaciones de dientes al mismo tiempo, una alta tasa de reemplazo que explicaría por qué se han encontrado tantas piezas de este tipo en yacimientos del Cretácico.
Los espinosáuridos fueron los dinosaurios carnívoros más grandes que existieron, y hoy sabemos que cazaban sumergidos en el agua. Así lo afirma un nuevo estudio que ha analizado la densidad ósea de estás formidables criaturas del pasado.
Así lo han constatado científicos del Instituto Dom Luiz de Lisboa (Portugal), de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) que han estudiado los restos de su esqueleto descubiertos en el yacimiento de Formación Arcillas de Morella en la localidad de Santa Águeda en Vallibona (Castellón).