Los ojos son el espejo del alma. Una interesante afirmación, que sugiere la transferencia de información compleja desde un sujeto hacia los demás a través de su mirada. Y ciertamente, así es. A diferencia de otros primates, los humanos somos capaces de comunicar gran cantidad de datos a los demás sobre nuestro estado de ánimo gracias al color blanco de nuestra esclerótica.