Si estás sentado con tu novia en un banco puede venir un colega y obligarte a gritar: «¡Arriba la patria!», como antes. En este caso se refiere a Santo Domingo, pero la patria es la patria en cualquier parte. Y si no te sale del bul, presto te abocan la pistola de juguete que han transformado en mortal. Eso a la misma puerta de la Junta Municipal del Puente de Vallecas. Los familiares de Smith quieren devolver su cuerpo a la República Dominicana pero les cuesta 5.000 euros. Primero lo trajeron vivo, por mucho menos, y ahora los arruinan...