(...) Tras la confesión y mutis de la ganadora del oro Simone Biles (no puedo más) se suceden estos días cantos a su coraje y agradecimiento por colocar la salud mental en el centro de la discusión pública. Estoy de acuerdo, es un mensaje importante, aunque hay detrás un detalle del tamaño de una pista de atletismo: el resto de los deportistas, los que alcanzan el podio envueltos en sudor y los que se arrastran sin resuello por una competición que les viene grande, están sometidos exactamente a la misma presión psicológica, y la aguantan.