Cuando bancos y cajas promueven desahucios que se han cebado sobre colectivos vulnerables y grupos sociales desfavorecidos, como los inmigrantes, olvidamos que la estrategia de negocio de estas entidades se cimentó, hasta hace pocos años, en extender productos financieros como las hipotecas, precisamente entre quienes ahora están siendo desahuciados de sus casas. De hecho, un porcentaje importante de los negocios y beneficios de bancos y cajas procedía de los mismos inmigrantes a los que trataban de captar como clientes sin miramiento alguno.